Después de la segunda
visita a María mdJ, María citó a sus amigos otra vez en su casa,
pues las cosas todavía no estaban claras, Saulo continuaba allí y
el Sanedrín como los demás judíos ultra ortodoxos estaban
soliviantados.
Llegaron entonces, sus
amigos a casa de María y después de saludarse, comenzaron a hablar,
primeramente comentaron la situación y después hablaron de María
mdJ. La primera en hablar fue María.
María. -Queridos amigos,
sin duda, después del relato de María mdJ, os habéis percatado de
su temple, de como pese a todo, ella continua con su destino, con
todas las dificultades que este le traía, no era una privilegiada,
Jesús, su Hijo nació pobre, solo, allá en Belén.
Abigail.- De todas formas
Dios siempre estuvo a su lado y salió siempre en su ayuda,
explicándole a José lo que de verdad pasaba.
María. -Si, pero muchas
veces parecía que estaba ausente y ella tenía que solucionarlo
todo, Él intervenía, pero su intervención era mínima, ella era la
que decidía y la que sufría las situaciones.
Timoteo. -Y sigue siendo
decidida, lo hemos visto y aunque parezca que Jesús está ausente,
como en este doloroso suceso de Esteban, la miras a ella y sabes que
Él está aquí.
María. -Dices bien, ella
es su madre y nadie está tan unida al Hijo como ella.
Preguntaron sobre la
próxima mujer de la que hablarían y ella les comunicó que sería
Betsabé.
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