BIENVENIDA

He aceptado el catolicismo desde la libertad de mi pensamiento, y soy tolerante con los demás, como también me gusta que lo sean conmigo. Soy hija, madre y abuela,y también esposa, mi edad no creo que sea importante. He sido alumna de la Escuela de Navales y después de ser administrativa, he vuelto a las aulas de la Universidad, no por obligación sino por gusto.
Pinto un poco, escribo un poco y compongo música.
Me gusta la música, el arte, la cocina y un largo ect. de cosas. Y me gusta vivir la vida intensamente.

martes, 24 de julio de 2012

TAMAR 2


Al día siguiente volvieron al ágora a la misma hora.
María esperaba y cuando ya estuvieron todos y se saludaron, pasaron a comentar la vida de Tamar.
Timoteo, comenzó. - María, cuando Esaú se casó con las mujeres cananeas y Dina se iba a casar con Siquem, hubo problemas y ahora Judá se casa con Súa y sus hijos con Tamar también cananeas, y no los hay.
María. - Si, Timoteo, yo también me lo pregunto y no tengo respuesta, podría ser que los tiempos cambiaran y cambiaran las costumbres, pero Judá era hermano de Simeón y Leví y ya ves, pero sucedió así.
Abigail se apresuró a preguntar. - La Ley del levirato. ¿Que piensas de ella?
María. -Os va a parecer extraño, pero yo pienso que cada hombre engendra a su hijo igual que las esclavas, son madres, también.
Timoteo. - ¿Dios mató, tanto a Er como a Onán? ¿Fue un castigo?
María. - Así es como dice el relato, los hombres tendemos a pensar que Dios no es como nosotros pensamos o queremos, Dios es Dios da la vida y también la quita, en cuanto al castigo, Dios hace lo que quiere y es justo y nada más.
Todos quedaron en silencio unos instantes y entonces habló María, otra vez.
María. - Con lo que quiero que os quedéis de todo esto, es que Tamar, al igual que Eva y Rebeca cambia la historia, no se conforma con su viudedad ni con la promesa de Selá, se viste de prostituta y consigue lo que quiere, descendencia, me vais a decir que de una manera impropia, pero a veces, cuando no hay otro remedio. Tamar se llenó de valentía y consiguió dos hijos Fares, del cual desciende Jesús y Zara.
Y quedaron hablando de otras cosas.

martes, 17 de julio de 2012

TAMAR 1


María siguió releyendo el Libro de la Ley, hacía unos días que no salía al ágora, pero si se había cruzado por las estrechas calles de Jerusa con algunos de sus amigos, en aquel momento fue abordada por Timoteo.
Timoteo. -Shalom, María, hace días que no te vemos, ¿De quien nos vas a hablar?
María. -Shalom, a ti también, si en estos días estuve hilando el lino que he comprado el otro día en el ágora y solamente salía, por aquí, cerca de mi casa, pero no os olvido, sabéis que no, que estáis en mi corazón, ¿Siguen estando María y Juán con Yago?
Timoteo. -Si están todavía, Juán piensa en Éfeso para ir a hablar de Jesús y María se irá con él pues ya sabes lo que le encargó Jesús.
María. -Si ya sé y eso para Juán le hará comprender mas hondamente a Jesús, avísame antes de que se vallan, ya sabes que me gustaría verlos. Entonces iré mañana al ágora, pero al atardecer, si ves a los demás se lo dices ¿Si?.
Y en eso quedaron.

Al día siguiente al atardecer, María estaba allí y poco a poco fueron llegando todos, no había dicho el nombre todavía se saludaron y comenzó a hablar:
María. - Hoy os voy a hablar de Tamar.



TAMAR
Judá tomo por esposa a una cananea llamada Súa y esta le dio tres hijos Er, Onán y Selá. Cuando Er fue mayor tomo por esposa a Tamar también cananea, pero obró el mal y Dios lo mató, por la ley del levirato Onán debía tomar a Tamar para dar descendencia a su hermano, pero no quería y cuando realizaba el coito se desparramaba por fuera, así que enojó a Dios y también le mató, Selá era demasiado joven y quedaron en esperar a que fuera mayor.
Pasó el tiempo, Judá enviudó y Selá ya era mayor pero Judá no quería entregárselo a Tamar.
Tamar esperaba y se cansó, sabía que Judá iba a pasar por un camino y se sacó las prendas de viuda, se vistió de prostituta y se fue a su encuentro. Cuando él la vio le preguntó su precio, ella respondió que un cabrito, pero él en ese momento no lo tenía, entonces quedaron en que mientras la deuda no fuera pagada él le daría su sello y su bastón y así fue Judá entró en Tamar y esta quedó embarazada, cuando su estado era ya evidente, le llegó la noticia a Judá, este se encolerizó con su nuera y fue a castigaría pero ella le entregó el sello y el bastón y le pidió el cabrito. Judá dijo entonces. - “Soy tan culpable como tú”. Tamar dio a luz a dos gemelos que fueron Fares y Zara.

María guardó silencio, ya era tarde, el Sol se había metido y la oscuridad empezaba a invadir el ágora. Abigail que estaba muy interesada preguntó. - ¿Cuando hablaremos de Tamar?
María. -Mañana mismo a la misma hora.
Ellos asintieron.


viernes, 13 de julio de 2012

LIA, ZILPA, RAQUEL Y BILHA 2


Durante un rato descansaron y hablaron de sus cosas, María estaba sentada en la escalera con los ojos perdidos, todavía no habían hablado de las mujeres de Jacob, esas 2 o 4 mujeres que le habían dado hijos e hija, cuando María se levantó, vinieron todos y la rodearon.
María. -Continuemos ¿Que os han parecido las mujeres de Jacob?
Abigail. -Creo que había muchos celos y lo que mas importaba en una mujer era si tenía hijos o no y las esclavas tenían que cohabitar y parir para sus señoras, es como si no fuesen mujeres también.
María. -Es así como lo dices, y además pensemos en los sentimientos de las unas hacia las otras y en especial de Lia con Raquel, su hermana, sabiendo que era querida pero ella no y al contrario de Raquel, la que no tenía hijos y con toda probabilidad sintiera el desprecio de las demás incluso de su propia esclava ¿Y las esclavas sintiendo que sus hijos no eran sus hijos? ¿Difícil verdad?
Timoteo. -Pero Jacob trabajaba.
María. -Ellas también, aunque en ningún sitio lo diga y no se reconozca su trabajo.
Y aquel día terminaron de hablar, algunos quedaron en el ágora para hacer alguna compra, otros se fueron a sus quehaceres.

sábado, 7 de julio de 2012

DINA


Al día siguiente se reunieron otra vez, todos estaban llenos de preguntas, la historia de estas mujeres era su propia historia, entonces cuando llegó María y tras el “shalom” reglamentario empezaron a exponer sus preguntas.
Timoteo.- María, siempre en la sinagoga nos hablaron de los doce hijos de Jacob pero nunca nos habían hablado de Dina. Se habla de las Doce Tribus de Israel aunque en realidad son trece ya que José tiene dos tribus Efrain y Manasés, ¿Dina no formó una tribu?
María. -Entre nosotros y vosotros lo sabéis que cuando se habla casi siempre se mencionan a los hombres, pero es muy poco frecuente que hablen de una mujer, pero Dina tiene una historia que yo os contaré
DINA
Jacob había comprado un campo al Rey Hamor de aquel país y allí se estableció.
Dina salió a conocer a las mujeres de aquel país y Siquem el hijo del rey se enamoró y yació con ella, él la amaba de verdad y le dijo a su padre que se la pidiera por esposa a Jacob y así pasó, sus ofertas fueron generosas pero Jacob puso una condición de que se circuncidaran él, el príncipe y su pueblo y así fue, pero cuando estaban pasando los mayores dolores por la circuncisión, Simeón y Leví, hermanos de padre y madre de Dina llegaron y pasaron a filo de espada al rey, al príncipe y a los demás hombres y se llevaron a las mujeres y niños y todas sus riquezas.
Dina murió sola al lado de su madre, mientras vivió.

María. -Cada vez que pienso en esta historia siento un escalofrío ¿Que pensáis?
Abigail. -Se me ocurren unas cuantas preguntas, ¿Ella correspondía a ese amor? ¿No era algo bueno para ella casarse con el príncipe? Las mujeres no escojemos a nuestro esposo.
María. - No Abigail, no escogemos, pero esperemos que algún día si lo hagamos, no sé si fue violación o no, pero seguro que si su padre la casara con quien el quisiera, ella se sentiría igual que violada.
Timoteo. -¡Estoy horrorizado! Que crueldad innecesaria la de Simeón y Leví, esto es muy distinto de lo que nos dijo Jesús.
María. -Así es eran unos asesinos, ladrones y cobardes, y dejaron a su hermana sin poder formar su tribu.
María hizo un descanso pero les dijo que todavía no habían hablado de las mujeres anteriores y que lo harían después de un rato.